lunes, 14 de julio de 2014

OBRAS DE TEATRO SOBRE ALIMENTACIÓN (I): EL JUICIO DE LOS ALIMENTOS DEL RECREO (TÍTERES)

https://www.youtube.com/watch?v=2FXM03Ibzfc


OBRA DE TEATRO DE TÍTERES
EL JUICIO DE LOS ALIMENTOS DEL RECREO
Autora: Prof. Sonnia Vallejos Henríquez
Escuela Boca Lebu, Lebu.


Personajes (en orden de aparición).
-    El Rey
-    Voz del heraldo.
-    El Médico de Cabecera, quien también es el Juez.
-    El Yoghurt.
-    El Dulce de Galleta con Chocolate.
-    La Naranja.
-    La Manzana.
-    El Plátano.
-    El Completo.
-    La Leche.
-    La Papa Frita en Bolsa.
-    El Sandwich.



INTRODUCCIÓN.

Presentador: ¡Hola, aquí estaban amiguitos! Los estábamos andábamos buscando. ¿Cómo están?  Nos dijeron que a ustedes les encantan los cuentos: Por eso, los alumnos del grupo GRADA, de la Escuela Boca Lebu, quieren presentarles uno, con su teatro de títeres ¿les gustaría escucharlo? Se trata de un reino donde viven alimentos simpáticos y buenos; también viven allí alimentos “roteques”  y  niñitos, como ustedes, que a veces escogen  a los alimentos malos. ¿Vamos a ver qué pasa con ellos? Pongan mucha atención.
Una voz: El grupo GRADA presenta “EL JUICIO DE LOS ALIMENTOS DEL RECREO”.


PRIMER ACTO.

Rey (paseándose nerviosamente, de un lado a otro, con las manos por detrás): ¡Ay, ay, ay! Estos asuntos  de dirigir este reino me están matando. Un día me voy a quejar al Sindicato de Reyes. (Mirando con sorpresa al público) ¡Bah! con toda la preocupación, no los había visto a ustedes, niños. ¿Cómo están? ¿Cómo dijeron? No escucho… Me alegra que estén bien. Lo que es yo, aquí, con un terrible problema: escuché que los niños no están muy saludables en mi reino, y que eso se debe a que en los recreos no comen lo que les hace bien. ¿A quién podré pedir un sabio consejo? ¡Ah, cómo no se me había ocurrido! ¡Yupi! (cantando)  ¡Yupi, yupi, yupi, voy a llamar al Médico de Cabecera! ¡Que se presente a Palacio!

          (Trompetas).

Voz del heraldo: ¡Que se presente el Médico de Cabecera!


Médico de Cabecera: ¡Ufff… Ufff! Disculpe la demora, Su Majestad. ¡Aquí estoy!

Rey: ¡Ya era hora! ¿Sabes qué problema terrible tengo? Los niños de este reino se están poniendo debiluchos porque no saben qué comer en la escuela a la hora de los recreos ¡Ay, ay, ay, qué terrible!

Médico de Cabecera: ¿Quiere que le ponga la cabecera en la corona, Su Majestad?

Rey: ¡No, no quiero cabeceras! ¡Quiero una solución! ¡Buahhhh! (llora).

Médico de Cabecera: Pero mi Rey, la solución es muy simple, hay que llevar  a un juicio a todos los alimentos, con toda la fuerza de la ley; y los que resulten inocentes, se pueden quedar en la colación del recreo.

Rey: ¡Ah, qué Médico más inteligente tiene mi reino! El próximo mes te vamos a subir a Nivel 4, con pura Isapre. Desde ahora, serás el Juez de los Alimentos. ¡Anuncien que los alimentos se preparen para el juicio!).

Voz del heraldo: ¡Que se preparen los alimentos para el Juicio!

(Telón y música de fondo).


SEGUNDO ACTO.

(Se escucha una breve cortina musical y el telón se abre lentamente. Aparecen todos los alimentos, moviéndose muy inquietos y murmurando con gran bullicio).
 
Juez: ¡Silencio en el nombre de la Ley y la Salud!  Se les ha llamado a este juicio para saber si merecen, o no, estar en las colaciones de los recreos, porque se ha sabido que algunos de ustedes están enfermando a los niños.

          (Los alimentos se inquietan. Murmuran asustados y ofendidos).

Juez: Pero, por lo visto, no puedo hablar con todos a la vez. ¡Qué gritones son los alimentos de este reino! (Mirando al auditorio) ¿Cierto, niños? Bueno, bueno, con la autoridad que me da la Ley y la Salud, claro, por algo soy medico, voy a empezar a escuchar la defensa de cada uno de ustedes por separado. ¡Que empiece el Yoghurt!

          (El Yoghurt camina mientras se escucha una música de introducción)

Yoghurt: Este… bueno, señor Juez, yo soy inocente. Fíjese que yo sería incapaz de hacerles mal a los niños, porque con las proteínas que les doy los hago crecer grandes y bonitos, y con el calcio que tengo, les pongo los huesos firmes, y los dientes igual.

Juez: ¿Qué dicen ustedes, niños? ¿Será bueno este Yoghurt? ¡Te salvaste!  ¡Que pase el Dulce de Galleta con Chocolate!

          (El Dulce de Galleta aparece, mientras se escucha una música de introducción).
Dulce: ¡Hola, loco! Chigual… ¿No te acalorai con la media peluquita, loco?

Juez: ¡Más respeto con la Ley, caballero!

Dulce: Pulento, puh, loco, no vís que soy dulcecito, ¿ah? Yo tengo caleta de azúcar, que se les queda pegá en los dientes a los locos; y después les salen terribles caries y les duelen las muelas… ¡Oh, pero chigual no más, soy terrible de dulcecito! ¿Cachai?

Juez: ¿De dónde salió este alimento tan ordinario? ¿Qué piensan ustedes niños? ¿Lo dejamos en la colación del recreo, aunque después a ustedes le salgan caries y les duelan las muelas? ¡Ya, no más, agarra tus pulentas patitas y sal de aquí! ¡Que pasen las frutas!

          (Las frutas aparecen, mientras se escucha una música de introducción)

Naranja: ¡Buenos días, señor Juez! Yo soy la Naranja y estos son mis amigos, la Manzana y el Plátano.

Juez: ¡Buenos días, buenos días! Ya, empiecen al tiro, no más.

Manzana: Nosotras, las frutas, estamos entre los mejores amigos de los niños. Los hacemos crecer sanitos, porque les damos vitaminas y sales minerales. Sin éstas sustancias nutritivas los niños se ponen débiles y se enferman.

Plátano: Hoy vinimos los tres en representación de las frutas, pero usted no se imagina cuántos tipos diferentes somos. Los niños nunca se van a aburrir con nosotras, porque si ellos quieren pueden llevar una fruta diferente todos los días ¡Y todas somos igual de ricas y nutritivas, señor Juez.

Juez: ¿Qué dicen ustedes, niños? ¿Las dejamos en la colación? ¡Muy bien! En el nombre del Rey, les doy las gracias por ser tan ricas y tan nutritivas. ¡Que pase el siguiente!

          (El Completo aparece con una música de introducción).

Completo: Disculpe señor Juez, vengo chorreando mayonesa y le ensucie todo el piso de la Sala de Audiencias...

Juez: Perdón… ¿Quién es usted, señor?

Completo: ¡Oh, cómo no me va a conocer! ¡Soy el Completo, pues! Es que a veces, entre tanta mostaza y ketchup, me pierdo un poco.

Juez: ¿Y qué tiene que ver usted con la colación de los niños?

Completo: Mire, no sé... Algunos dicen por ahí que soy barato y fácil de preparar. Otros peladores dicen que tengo mucha grasa en la mayonesa y en la vienesa y que lo único que hago es hacer engordar a los niños; bueno, eso es cierto, señor Juez (se ríe a carcajadas) ¡Ja, ja, ja, si usted los viera, señor Juez! ¡Los que después de comerme todos los días, parecen una bolita con patas!  ¡Tienen la panza de este porte, ja ja ja, y quedan con hambre igual, ja ja ja! ¡Cof, cof! (tose) Ay, no es bueno reírse tanto… ¡Uy, se me está cayendo el chucrút!

Juez: ¿Dejamos a este Completo burlón, si lo  único que hace es engordar? Entonces, ¡no al Completo burlón en los recreos! ¡Que pase la Leche!

Leche: ¡Que tenga buena salud y larga vida, señor Juez! Si usted tuviera la costumbre de tomar leche todos los días, seguro que viviría muchos años, de verdad. Yo les doy a todos la cantidad justa de proteínas, sales de calcio, vitaminas, grasa y agua, todo lo que necesitan para vivir felices y saludables. Y a los niños yo les encanto ¿cierto, niños?

Juez: No se preocupe, señorita Leche en Cajita con Bombilla. Yo sabía que usted es una persona muy buena con los niños. Está en primer lugar en la colación del recreo. Gracias por venir. ¿Le damos un aplauso a la Leche, niños? ¡Que pase la Papa Frita en Bolsa!

          (La Papa Frita aparece con una música de introducción y se resbala al entrar).

Papa Frita: ¡Ay, me voy a hacer puré de papas! ¡Uy!

Juez: ¿Qué le pasó?

Papa Frita (hablando ininterrumpidamente): Disculpe, señor Juez, siempre me resbalo, porque la fábrica me echa mucho aceite y como camino rápido no alcanzo a frenar. Tampoco puedo evitar que los que me comen queden llenos, llenos, todos pegoteados de aceite. Les he dicho tanto a los fabricantes que mucho aceite no es bueno; pero ahí tiene usted. Es para que engorden y engorden y engorden los niños, como esos que están ahí (muestra al  público). Mírelos, le aseguro que si vivieran comiéndome estarían más gordos que un globo, haga la prueba no más…

Juez: ¿Y usted no hace alguna vez una pausa para tomar aire mientras habla? Lo pregunto por pura curiosidad…

Papa Frita: Bueno, nunca lo había pensado... Mire ¡ya me quitó la inspiración! Y justo cuando le iba a hablar que con algunas sustancias químicas preservantes que me agregan, a la pobre gente se le hecha a perder el estómago a la larga y…

Juez: ¡Suficiente, suficiente! Creo que usted no es un buen alimento para los niños y no la voy a recomendar para la colación de los recreos, ¿verdad niños? ¿Queda algún alimento más por comparecer ante este tribunal? ¡Que pase ahora o se quede afuera para siempre!

          (El Sandwich aparece con una música de introducción).

Sandwich: Buen día, señor Juez, yo soy el Sandwich, primo del Completo, pero soy mucho más saludable que él. Mire, estoy hecho de una hallulla chica y dentro tengo queso y tomate, y si usted me echa una hoja de lechuga… oh, aparte que el sabor es realmente exquisito, mi valor nutritivo aumenta mucho más. Soy el amigo ideal para reponer energía en los recreos de una forma sana y deliciosa, mejor no hablo más, porque capaz que a usted se le ocurra comerme, je je je (se ríe), es una broma, claro, señor Juez.

Juez: ¿Y a este energético amigo, lo dejamos pasar niños? Bueno, retírate Sandwich y prepárate para encontrarte con los niños en el recreo. (Retirándose hacia un lado) ¡Oh, estoy tan cansado! Éste sí que ha sido un día duro, pero interesante. Ahora voy a buscar al Rey para contarle cómo me fue. ¿Ustedes me acompañarían niños? Por favor, llevadme al palacio del Rey.


TERCER ACTO.

(Se escucha una breve cortina musical y el telón se abre lentamente. Aparecen el Rey en su trono y el Médico de Cabecera).
 
Rey: ¿Qué tiene que informar a su Rey el médico de este reino?

Médico de Cabecera: ¡Oh, Su Majestad! Éste ha sido un día agotador de verdad, pero vengo con la solución a su problema. Hice venir a mí a todos los alimentos del reino y llegué a la conclusión que los únicos que sirven para la colación de los niños son: eeeh… eran varios… escúchenme con atención (se aleja y habla para sí mismo) ¡Horror, se me olvidó cuáles eran los alimentos buenos! (mirando al auditorio) ¡Ayúdenme, niños, por favor! (Dirigiéndose al Rey y luego a los niños del auditorio). Uno es el Yo…Yo…Yo… ¡Ah, sí, el Yoghurt! (Mirando a los niños) ¡Gracias niños! (Mirando al Rey) También había otro que venía con bombilla ¿Era mate? no, no, era… eh… (Escuchando las voces de los niños del auditorio) la Leche ¡claro! Y también habían unas redonditas, de hartos colores, que tenían vitaminas y eran todas ricas, las… las… (Escuchando a los niños) ¡Ah, sí, las frutas! Y también había uno bien simpático y bien rico, que hasta se le podía echar una hojita de lechuga, era… (Mirando al auditorio) ¡el Sandwich, Su Majestad, no sabe lo nutritivo y ricos que son los sandwiches con lechuga…Pero ¿sabe? yo no    recomendaría para nada que los niños comieran a la hora del recreo cosas que hacen engordar como uno que se chorreaba todo…¿Cómo se llamaba?... (Mirando al auditorio) ¡Completo! Yo creo que se llama Completo, porque cuando uno engorda con ellos está todo completo, y no le cabe un solo rollo más en la guata, ja, ja, ja (se ríen el Rey y el Médico). También había otra que engorda y no alimenta nada, y más encima echa a perder el estómago, era la… la… (Mirando a los niños) este… ¡La Papa Frita en Bolsa! Yo sugeriría que las papas fritas en bolsa sean expulsadas de este reino cuánto antes. Finalmente, Su Majestad, me acuerdo de un alimento roteque que tenía pura azúcar, y como no todos los niños se lavan los dientes en la escuela, entonces, se les empieza a pegar en los dientes esta azúcar, hasta que les salen caries terribles. ¿Cómo es que se llamaba este dulcineo? (mirando al auditorio de niños) ¡El Dulce de Galleta con Chocolate!, el bueno para hacer caries en los dientes y muelas de los niños que no se lavan muy seguido los dientes. (Dirigiéndose exclusivamente a los niños) ¡Gracias niños, me salvaron de una grande!

Rey: Hiciste un buen trabajo, querido médico del reino. Ahora en tu honor, haremos una fiesta real. ¡Que empiece la música!

(Trompetas. Luego, una música alegre que sirva para ir cerrando el telón, mientras el Rey y el Médico de Cabecera bailan junto a los alimentos saludables, que se unen a la fiesta).



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