TÍTULO: Efectos de una intervención educativa y
preventiva sobre hábitos alimentarios y de ejercicio físico en sujetos en edad
escolar.
INTRODUCCIÓN:
A
partir de 1990 con la entrada en vigor de la LOGSE , se introduce la educación para la salud
(EpS) como tema transversal a todas las asignaturas del currículum de la
enseñanza Primaria. Dentro de él, la alimentación debe tener una especial
relevancia sobre todo por su incidencia en la aparición a edades cada vez más
tempranas de enfermedades cardiovasculares hipocinéticas (hiperlipidemia,
hipertensión, arteriosclerosis...), que podrían ser prevenidas con una dieta
equilibrada y actividad física adecuada. Los maestros en general y nosotros los
de educación física en particular, como principales agentes educativos en las
primeras edades, somos pieza clave para concienciar a los alumnos hacia la
adquisición de hábitos nutricionales y de práctica física saludables. Por eso
se hace necesario que llevemos a las aulas programas de EpS junto a un
posterior estudio que nos ofrezcan datos sobre la repercusión en las conductas de nuestros escolares.
PALABRAS CLAVES: hábitos alimentarios, ejercicio físico, niñ@s.
KEY WORDS: Nutritious habits, physical
activity, childrens.
OBJETIVOS:
-
Determinar los factores que influyen en la conducta
alimentaría y de ejercicio físico de los escolares.
-
Determinar si se han producido cambios en los hábitos
alimentarios y de ejercicio físico por efecto del programa de intervención
educativa.
METHODOLOGY:
A descriptive study performed in a primary school of Lebrija
(Seville ),
involving 150 school children aged 8-13 intervieewed by physical education
teacher. The questionnaire has fifty questions referring to family structure,
eating and drinking habits, preferences, life style parameters sus as physical
activity and television viewing.
MATERIAL Y MÉTODO
Sujetos
Escolares que cursan 2º y 3º
ciclo de Educación Primaria de un centro de titularidad pública de una
población rural de 26000 habitantes de la provincia de Sevilla.
El alumnado rellenó en dos
jornadas de 1h. cada una, un Cuestionario de elaboración propia y
autoadministrado con 50 preguntas relacionadas con los siguientes bloques
temáticos: datos personales y características sociales, entorno familiar,
hábitos alimentarios y de estilo de vida y hábitos de actividad física. Se
realizaron en horario escolar y bajo supervisión docente.
Con la finalidad de validar este
instrumento de recogida, se realizó una prueba piloto para eliminar aquellas
cuestiones que podrían crear confusiones.
Recuento
24 horas. El registro se hace para una semana completa.
-Se midió y pesó al alumnado en
la sala de usos múltiples con una báscula (modo digital, sensibilidad 100g,
marca Laica) y tallímetro (modelo enrollable), validados en términos de
fiabilidad y reproducibilidad, para la medida del peso y la talla
respectivamente.
-El cálculo del IMC se calculó a
partir de las Tablas de IMC según edad y sexo elaboradas por el equipo de
expertos del programa Perseo (Ministerio de Sanidad y Consumo y Ministerio de
Educación y Ciencia).
Método
Estudio observacional,
descriptivo sobre hábitos alimentarios y de actividad física.
Los datos cualitativos se
describen con frecuencias y porcentajes para cada una de las categorías y los
datos cuantitativos serán analizados con media, desviación estándar o con
mediana, mínimo y máximo según sigan o no una distribución normal.
Plan de Actuación
- Reunión del Equipo Directivo con el profesor de E.F. encargado del estudio
- Comunicación a profesores, padres y alumnado del estudio.
- Aprobación por parte del Consejo Escolar del Centro.
- Selección aleatoria de los alumnos que participan en el estudio.
- Comunicación al alumnado y autorización paterna por escrito.
CONTENIDO DEL PROGRAMA EDUCATIVO OBJETO
DE EVALUACIÓN
A lo largo del curso el alumnado
del 2º y 3º ciclo fueron cumplimentando desde el área de Educación Física, una
serie de fichas de carácter transversal, sobre el ejercicio físico y la
alimentación escolar. A su vez, en fechas determinadas, se llevaron a cabo una
serie de actividades y talleres relacionadas con dicha temática.
ALIMENTACIÓN
Día de la Diabetes (14 noviembre)
2º y 3º ciclo.
Día de la Alimentación (16
octubre).
Día de Andalucía (24 febrero)
- Cuadernillo sobre alimentos y
recetas andaluzas.
- Desayuno andaluz
- Actividad sobre productos
andaluces.
Fiesta de Otoño (octubre)
- Actividad sobre las ventajas
de los frutos propios de esta época.
- Actividad sobre las ventajas y
beneficios de los frutos propios de la época.
ACTIVIDADES DEPORTIVAS
- Jornadas tenis de mesa (tercer
ciclo)
Día de la Bicicleta
Día de Andalucía (Semana del 28
febrero)
Taller de juegos populares y
tradicionales.
SEMANA DE LA ALIMENTACIÓN Y DEL
EJERCICIO FÍSICO
Taller Alimentación Sana
Taller de Etiquetado de
Alimentos y Aditivos
Visita a un supermercado
- Aprender la distribución de
los alimentos por grupos.
Taller de Cocina Divertida
Taller de Alimentación Sana
- Taller Limonada y Naranjada
- Taller de Batuka
-Taller Juegos Cooperativos
- Taller Informática y Alimentación
- Taller Juegos Populares
- Taller Actividades Acuáticas
- Charla-coloquio por parte de
profesionales dirigida a padres
- Obra de teatro para el
alumnado del centro.
- Día de la Fruta.
-Cuadernillo pedagógico sobre
alimentación
- Prensa Escolar
RESULTADOS
La muestra quedó formada
finalmente por 150 sujetos (n=150), 74 chicos y 86 chicas, ya que se decidió
que 4 alumn@s con n.e.e. no realizarían los cuestionarios por la dificultad que
implicaba adaptárselos, 3 alumn@s faltaron esos días a clase y 1 alumna en
cuestión ha sido baja en nuestro centro. La edad media de los participantes fue
de 10,6, con una edad mínima de 8,3 años
y una edad máxima de 13,6 años. El 100% de los encuestados realizan
habitualmente la comida del mediodía en su domicilio, ya que el centro
educativo no cuenta con comedor escolar.
Resultados obtenidos en el área Hábitos cotidianos, alimentarios y de
estilo de vida.
La
colaboración en la preparación de la comida es escasa, nunca (20%) o casi nunca
(56%) colaboran o sólo lo hacen algunos días. En cambio, aumenta la
participación en la actividad diaria de servir y recoger la mesa (+10%).
El
estudio destaca que en el desayuno y merienda, los niños escolares comen sin
compañía (86%), comen lo que quieren la mayoría o todos los días (hasta un 38%),
situación que puede contribuir a adquirir malos hábitos alimenticios. En el
recreo suelen ser ellos. Algunas veces, los que elígen lo que comen (74% antes
del programa, 68% después del programa). En el almuerzo, el 54% antes y el 68%
después del programa, aseguran que algunas veces deciden lo que quieren comer.
A pesar de nuestro proyecto no hemos incidido positivamente en estos hábitos
negativos.
La
mayoría, de los encuestados (66%), manifiestan que mientras comen realizan
alguna otra actividad. De estas actividades asociadas a la ingesta alimentaria,
el visionado de la televisión es la más reportada (78%); así los escolares ven
la televisión durante el desayuno, la merienda y la cena, respectivamente. A
pesar de nuestro proyecto a aumentado el nº alumn@s que ven la TV mientras comen (+8%).
El
tiempo dedicado a ver la televisión de los escolares es, de 30 minutos a 2
horas al día, tiempo que se incrementa en los días festivos y fines de semana
(100% aseguran ver la TV ).
El entorno familiar influye en la frecuencia en que se realiza esta actividad,
como evidencia el hecho que los escolares que meriendan sin compañía ven
significativamente más la televisión. Así pues, la alimentación como elemento
fundamental para la salud, está influenciada por el entorno familiar, los
hábitos cotidianos y las características sociales; observándose una tendencia a
una mayor desestructuración familiar y autonomía de decisión en el consumo de
alimentos.
Y
a su vez, se ha obtenido una relación positiva entre el número de horas
dedicadas a ver la televisión y el índice de masa corporal (IMC) de los niños.
Esta relación se justifica por la asociación resultado del hábito sedentario de
ver la televisión y el consumo de ciertos alimentos. Los escolares que ven más
la televisión, también son los que manifiestan una mayor porcentaje de consumo
de chucherías, pipas, cacahuetes, palomitas o similares, patatas fritas,
“gusanitos” o similares y, refrescos o similares (15%). Se debería corregir
este hábito y promover la actividad física para evitar el sedentarismo.
Resultados sobre actividad física y hábitos de vida
Contrariamente
a lo esperado, un porcentaje elevado de escolares (90%) reportan que realizan
alguna actividad física en horario extraescolar (aunque muy pocas horas a la
semana: 1h=28%, 2h=34%, 3h=14%). El aumento de actividad física efecto del
programa mas bien ha sido sensiblemente significativo (se redujo de 10% a 4% a
los inactivos y +4% los que hacían 2h a la semana), sin embargo, no se ha
encontrado ninguna relación entre la actividad física y el índice de masa
corporal de los niños. Esto sugiere una tendencia a la sobreestimación de la
actividad física reportada por los escolares, así como se cuestiona la
comprensión de esta pregunta.
El aumento de
actividad durante los recreos (42% mas de actividad) se explica gracias a la
iniciativa de fomentar los juegos populares y predeportivos durante los recreos
a través de un proyecto paralelo de coeducación. El aumento de actividad se
aprecia sobre todo el género femenino. El alumnado ha asumido los juegos
aprendido durante los recreos y ha
influenciado para llevarlo a la práctica al tercer tiempo pedagógico (aumento
actividad en la frecuencia 2h y 3h a la semana)
Deberíamos
haber fomentado en las familias la práctica conjunta de actividad física y
alguna actividad dirigida para que disminuyera el uso de los coches ( 22%) por
un aumento del uso de la bicicleta (0% uso). El bus público (n=0) no es usado
por incompatibilidad con el horario escolar y falta de paradas de bus cerca del
centro escolar.
El 10% de las
familias admiten realizar activ. Física en grupo, pero la gran mayoría (antes
82% y con posterioridad al programa 74%) no realizan nada en conjunto.
DISCUSIÓN
Se decidió
restringir el estudio al grupo de edad correspondiente de 8 a 13 años, ya que creo que a
esta edad el niño es capaz de opinar sobre sus hábitos alimentarios y que niños
más pequeños necesitan la colaboración de un adulto para la cumplimentación del
cuestionario, además se pensó que sería menos fatigoso para el alumnado que lo
cumplimentara en 2 sesiones. Por otra parte, el recordatorio 24 h combinado con
preguntas sobre frecuencia de consumo semanal, de acuerdo con la recomendación
de que una combinación de ambos puede ofrecer un panorama bastante preciso del
consumo poblacional. Igualmente, se consigue así incluir días no lectivos, ya
que existen diferencias en ingesta según el día de la semana.
La
totalidad de los encuestados realizaba las
comidas principales en el ámbito familiar y con regularidad horaria. Situación importante
en tanto que favorece la fiabilidad de recogida de información sobre hábitos alimentarios y de estilo de vida
familiar.
Existe
una mayor implicación del sexo femenino en la compra y preparación de alimentos,
quizá respondiendo al papel tradicional de la mujer en este ámbito, aunque otros
estudios han mostrado mayor preocupación femenina por la alimentación.
La
publicidad llega a influir en más del 40% de la población en la elección de los
alimentos. Esta cifra es realmente importante considerando que, con frecuencia,
los productos alimenticios publicitados se corresponden con un patrón poco
recomendable, con abundantes calorías y azucares, escasa fibra y presencia de
grasas saturadas. Por motivo similar, resulta igualmente preocupante el hecho
de que un 35% de la población crea que la comida de hamburgueserías y similares
es, al menos, tan sana como la comida casera.
Las
ingestas deben valorarse considerando el
efecto estacional sobre el consumo de alimentos. En este caso el recordatorio
24h del inicio del programa se corresponde
con la dieta consumida en otoño, y la posterior al programa desarrollado, se
efectuó a finales de primavera. Es probable que al ser en momentos diferentes
del año ésta tenga significativas diferencias en determinados grupos de
alimentos, tales como mayor ingesta de verduras y frutas en primavera y aumento
de toma de líquidos en el periodo estival.
El
análisis de los consumos muestra una dieta normocalórica, muy hiperproteica y baja
en carbohidratos, con exceso de ingesta de chucherias, bocadillos con chacinas
y bollería industrial. Esto es debido a la falta de concenciación, implicación
y conocimientos previos de los docentes del centro educativo. Aunque fue
realizado en adultos, debido a la influencia
de los
hábitos familiares en la alimentación infantil, creo que merece la pena
destacar la coincidencia cualitativa con un reciente estudio de Ariño et al,
realizado en Aragón, en el que se aprecia un aporte elevado de proteínas y
grasas y bajo de carbohidratos. Por grupos de alimentos, se observó un elevado
consumo de carne y derivados, que supone más del doble de la ración
recomendada, así como del grupo correspondiente a dulces y golosinas. Había un
bajo consumo cereales, pescado, frutas y verduras. En concreto,
éstas se sitúan
muy por debajo de lo recomendado, y con valores inferiores a otros estudios Arija V, y cols. Consumo,
hábitos alimentarios y estado nutricional de la población de Reus.(VIII).
Evolución de la ingestión de energía y nutrientes entre 1983 y 1993. Med Clin
(Barc) 1996; y Vázquez C, Gómez C et al. Consumo de alimentos estado
nutricional de los escolares de la
Comunidad de Madrid (CAENPE).
El mayor
consumo de frutas después de la realización del programa podría corresponder,
como ya se indicado, a un efecto estacional y/o a efecto de la propia
intervención educativa. Destaca consumo de leche y derivados, cercano a CRD, y
claramente superior al de los estudios similares citados, posiblemente
influenciado por hábitos y creencias familiares en esta localidad.
Ante
estos resultados creemos que es necesario incrementar los esfuerzos educativos en
nutrición en este grupo etario, reforzando los conocimientos sobre composición
los alimentos, posibilidades de sustitución entre ellos e importancia de una
dieta adecuada en el mantenimiento de la salud. Será necesario favorecer una
actitud critica hacia la publicidad, enseñando a valorar la composición de los
alimentos y a rechazar aquéllos que no respondan a criterios de adecuación.
Específicamente, sería necesario recomendar una disminución de la ingestión de
carne y derivados y dulces y golosinas, y un incremento del consumo de
cereales, pescados, frutas y verduras.
En
cuanto a los hábitos de actividad física, los resultados obtenidos muestran que
no hay una gran variedad de práctica, producto de las pocas posibilidades que
le ofrece el entorno, existe muy poca variedad en esta localidad. Similar
conclusión obtiene Terceder (1988) en sus tesis doctoral aplicada a una muestra
escolar de 519 alumn@s y otros autores como Casimiro (1999) y Mendoza (2000),
los cuáles están de acuerdo con que las posiblidades que propicien el entorno
es un factor determinante.
Hay
que señalar también, que existen diferencias entre el porcentaje de chicas que
realizan práctica física respecto al de chicos, esta ha sido significativamente
inferior, coincidiendo con los resultados obtenidos por Sallis y cols. (1993),
Tercedor (1998) y Mendoza (2000). Estas diferencias probablemente se deban a
razones de índole sociocultural, de tal forma que aún pueden quedar ideas
arraigadas sobre el papel activo del niño ofertándole actividades deportivas, y
la relativa pasividad de la actividad físico-deportiva de la niñas con
actividades mas pausadas. Además tradicionalmente, el currículum de la
Ed. Física ha tenido un carácter
androcéntrico y más cercano a los estereotipos del género masculino.
Aquellos que estamos implicados en
esta ardua tarea, creemos que es importante que existan investigaciones sobre
hábitos nutricionales y de actividad física, que nos permitan conocer la
realidad de nuestra propia población para evaluar las deficiencias, mejorar e
incorporar otros hábitos mas saludables. Los resultados de este estudio ponen
de manifiesto que es necesario experiencias educativas de este tipo, pero sobre
todo desde el trabajo coordinado de educadores, familias y profesionales de la
salud, para prevenir trastornos en los primeros años de vida y aplicar las
medidas educativas y terapeúticas correspondientes.
Como limitaciones
del estudio además de las anteriores también hay que decir que no se han podido
determinar si los aportes calóricos son adecuados ya que es un estudio que no
ha tenido en cuenta la cantidad de calorías ingeridas.
Comentar que se podría realizar estudios posteriores sobre la asociación entre el desayuno de calidad y las
medidas antropométricas y la influencia del desayuno y el rendimiento académico
de los escolares. También este estudio podría servir de base para estudios
posteriores y/o experiencias educativas futuras que mejoren la intervención de
los profesionales en el fomento y cambio de hábitos de vida mucho más
saludables.
CONCLUSIONES
La intervención del docente junto al
profesional de la salud, en las escuelas se hacen imprescindibles si queremos
tener un mayor conocimiento sobre los hábitos de nuestro alumnado. Este mejor
conocimiento de los determinantes del comportamiento alimentario de los
escolares y las familias, permitirá en un futuro, diseñar estrategias de
intervención más efectivas, basadas en la educación nutricional dirigida tanto
a los padres como a los escolares para la promoción de hábitos alimentarios y
de estilo de vida saludables.
Para
que este programa tenga éxito habrá que comenzar sensibilizando primero a los
profesionales de la educación y luego al resto de la comunidad educativa. Debe
ser asumidos por todos y cada uno y concienciarnos de la importancia de llevar
a la práctica iniciativas de este tipo.
Imprescindible
la formación previa de los docentes implicados y la estrecha colaboración con
los profesionales de la salud (pediatras, nutricionistas, psicólogos…)
Partir
de la realidad del alumnado y del barrio, para ello es necesario realizar un
estudio inicial sobre los conocimientos previos, hábitos alimentarios, de
estilo de vida, actitudes…
Importancia
que estas iniciativas vayan dirigido a diferentes poblaciones de edad, a través
de actividades y talleres fuera de horario escolar e intergeneracional,
escuelas de padres…
Las
actuaciones deben ir mucho mas allá del ámbito educativo, pues la adopción de
hábitos es una labor en la que también intervienen variables externas a la escuela como el
ambiente, la publicidad, los mass media, factores psicológicos, ambiente físico..
Habrá que estudiar para conocer lo mejor posible estos factores para diseñar
mejores intervenciones.
Habrá
que proporcionar experiencias suficientementes gratificantes ya que en
principio, las pretensiones de promover la actividad física a partir de
motivaciones relacionadas con la salud no parece una vía efectiva en edades
tempranas y la implicación de padres en estas tareas no es muy alta.
Proponemos
una estrategia para alcanzar nuestros pretensiosos objetivos basado en un
modelo de la Teoria
del Aprendizaje Social: partiendo de la premisa básica que para modificar la
conducta no basta con proporcionar razones para ello sino que es necesario
proporcionar a los sujetos destrezas, recursos y apoyo social necesaria para
que puedan cambiarla. Bajo esta premisa proponemos cuatro pasos: obtener información,
valorar en profundidad, identificación del problema y construir autoeficacia
(GAPS).
No
buscar resultados inmediatos, pues esto será un labor que no podremos ver hasta
varias generaciones.
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